¿Qué son las estrategias de evitación?
Las estrategias de evitación son conductas que utilizamos para alejarnos de pensamientos, emociones o situaciones que nos resultan incómodas o desagradables. Aunque estas estrategias pueden aliviarnos, ese alivio es momentáneo ya que muchas veces terminan perpetuando el problema y generando mayor malestar a largo plazo. En este artículo te explico cómo identificar tus propias estrategias de evitación y qué pasos puedes seguir para gestionarlas de forma efectiva.
- Reconoce estas estrategias en tu vida diaria.
Haz una lista de situaciones que sueles evitar y que crees que deberías aprender a enfrentar. Por ejemplo:
- Evitar conversaciones difíciles con tu pareja.
- Evitar cruzarme con un compañero con el que hubo un malentendido.
- Postergar tareas importantes.
- Posponer decisiones.
2. Realiza una tabla de consecuencias.
Analiza qué beneficios y problemas te proporcionan estas estrategias a corto plazo (al momento de hacerlas) y a medio largo plazo (semanas-meses después)
3. Reflexiona sobre las conclusiones.
A partir de este ejercicio, ¿qué conclusiones sacas? Te comento conclusiones comunes que podemos sacar todas las personas de nuestras propias estrategias de evitación:
- La solución alimenta el problema: por evitar el sufrimiento inmediato, prolongas el sufrimiento a largo plazo.
- No nos gusta sentir emociones desagradables, por tanto, evitamos todo aquello que nos haga sentir así. Esto es un modo de vida inviable porque 1) las emociones desagradables no son nuestras enemigas y también nos dan información y 2) hay situaciones importantes para nuestro crecimiento que debemos enfrentar aunque nos hagan sentir miedo, ansiedad, enfado…
- Consecuencias en nuestro bienestar emocional: estas estrategias pueden estarte impidiendo hacer cosas que realmente quieres hacer o que al menos necesitas para alcanzar retos importantes para ti.
- Efectividad limitada: seguramente hayas podido comprobar en tu tabla que estas estrategias no son muy efectivas ya que no solucionan el problema en sí, solo son un parche.
¿Cómo dejar de utilizar estas estrategias?
La clave está en aceptar que la vida está llena de momentos complicados que nos generan emociones desagradables, y por ello es necesario aumentar nuestras herramientas de gestión emocional. Aquí tienes algunas pautas que pueden resultarte útiles:
- Pasa del modo automático al anual:
Identifica tus estrategias de evitación que tienes normalizadas en el día a día. Reflexiona sobre tus intenciones y sobre las consecuencias de hacerlas.
- Acepta las emociones como compañeras de vida:
En lugar de luchar contra emociones como el miedo o la ansiedad, trabaja en aumentar tus herramientas para saber convivir con ellas. Son emociones necesarias que buscan protegerte. Enfrenta situaciones aún sintiéndote incómod@. Por ejemplo, esa conversación que has estado posponiendo siempre seguirá siendo incómoda, y cada vez más cuanto más la atrases. No va a llegar el día en el que por arte de magia esa incomodidad se vaya, así que acepta este malestar (que va a ser mucho más breve que de seguir evitando) y practica con situaciones de menos a más complejas.
2. Trabaja en tu gestión emocional:
Es importante que entrenes tu manejo con tus emociones para que sentirlas no te bloquee hasta el punto de evitar situaciones como las que hemos ido mencionando. Por ejemplo, la terapia es el espacio donde puedes aprender herramientas para suavizar tu ansiedad o para manejar los pensamientos negativos que te paralizan.
Conclusión
Las estrategias de evitación pueden parecer una opción fácil al principio pero como hemos ido viendo, con el tiempo terminan generando más malestar. Si bien reconocer y cambiar estas estrategias requiere esfuerzo, es un objetivo fundamental para construir relaciones saludables y una vida satisfactoria.
Si sientes que necesitas apoyo para gestionar tus emociones o identificar tus estrategias de evitación, no dudes en escribirme. Estoy aquí para ayudarte en tu camino hacia el bienestar físico, mental y emocional.
